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INTRODUCCIÓN

La sedación para pacientes en estado crítico se ha convertido en un aspecto importante de su atención, ya que somos cada vez más capaces de mantener vivos a los pacientes por más tiempo utilizando sistemas de soporte vital complejos que a menudo son incómodos, dolorosos y pueden requerir la inmovilización del paciente.

OBJETIVO: El objetivo de este curso es mejorar la calidad de la atención mediante el fortalecimiento de las habilidades y competencias de los profesionales de la salud en un tema importante y potencialmente fatal como es la sedación no anestesista y su atención asociada.

DIRIGIDO A: Personal de la salud, Médicos generales, odontólogos.

INFORMACIÓN GENERAL SOBRE ESTA TEMÁTICA

Debe descartarse cualquier causa orgánica o potencialmente mortal antes de administrar sedantes. Por ejemplo, antes de anestesiar al paciente deben descartarse causas evitables como tapones de mucosidad en el tubo endotraqueal, que hacen que el paciente luche con mayor resistencia, desarrollo de neumotórax, migración del tubo, etc.

El tratamiento adecuado es necesario para lograr la salud y seguridad del paciente y un manejo óptimo. Primero se utilizan medidas no farmacológicas para reducir la ansiedad; sin embargo, la mayoría de los pacientes que reciben medidas de soporte vital, como ventilación mecánica, requieren farmacoterapia, aunque en otros casos, como cuando se suspendió la ventilación mecánica, es necesario explicar a los pacientes que la situación era más adecuada que tratar de lograr la sedación usando narcóticos.

El ambiente desconocido de la propia unidad de cuidados intensivos puede causar ansiedad y miedo en los pacientes hospitalizados; reducir el ruido y la luz, comunicarse con los pacientes y flexibilizar los horarios de visita puede ayudar a los pacientes a superar este sentimiento; otras técnicas de sedación pueden incluir música de fondo, técnicas de relajación Espere. Centrarse en la medicación puede tener consecuencias peligrosas, al igual que un énfasis excesivo en la psicoterapia; parte del arte de los cuidados intensivos es encontrar un equilibrio entre la asistencia psicológica, técnica y médica. Hasta hace unos años había poca información en la literatura sobre cómo cuantificar los niveles de ansiedad, con qué tratamiento ya qué nivel.

Aunque actualmente disponemos de una amplia información bibliográfica (estudios multicéntricos y artículos de revisión sobre patrones de uso), los estudios prospectivos, aleatorizados (y más complejos, doble ciego) aún son limitados porque deben realizarse en poblaciones muy heterogéneas. , lo que les dificulta debido a obstáculos estadísticos y éticos. La mayoría de los modelos farmacocinéticos se derivan de estudios de bolo único en sujetos jóvenes y sanos con una amplia gama de edades y patología subyacente (renal o hepática, eliminación de fármacos y metabolitos). Ambos cambios en el volumen de distribución de los fármacos van acompañados de cambios en el porcentaje de fármaco unido a las proteínas plasmáticas (debido a niveles más bajos) y, en general, de un aumento del agua corporal total.

Dada la variabilidad de los niveles plasmáticos de los fármacos sedantes tras una sedación prolongada, la mejor manera de conseguir un nivel adecuado de sedación que minimice el riesgo de sobresedación y sus efectos secundarios es comenzar con una dosis que se va aumentando progresivamente hasta conseguir la sedación deseada. el nivel se ajusta periódicamente reduciendo la velocidad de infusión hasta que el paciente comienza a despertarse y luego aumentándola nuevamente hasta alcanzar el nivel deseado de sedación; por lo que se recomienda utilizar una escala de sedación para estandarizar el nivel en el que se pretende mantener al paciente. Para lograr un nivel adecuado de sedación en los pacientes de la UCI, es necesario no solo elegir la medicación adecuada para cada situación clínica, sino también definir un objetivo terapéutico final claro.

La sedación se utiliza como complemento de otros tratamientos en un intento de aliviar la ansiedad o el dolor del paciente, por lo que, aunque su indicación y propósito final no están claramente definidos, el objetivo es mantener al paciente tranquilo, cooperativo y sin dolor.