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INTRODUCCIÓN

Las pruebas rápidas son pruebas inmunológicas que pueden diagnosticar rápidamente enfermedades bacterianas y virales que pueden tener graves consecuencias para el cuerpo humano, por lo que las pautas para realizar estas pruebas están listas para usar y se aplican leyes para el diagnóstico de enfermedades como el VIH, la sífilis y las hepatitis B y C con la Resolución 1314 de 2020, eliminando las barreras para el diagnóstico oportuno de estas enfermedades y enfocándose en las comunidades vulnerables con acceso limitado a la atención de la salud.

OBJETIVO: Nuestro curso tiene como objetivo principal la formación al profesional para la toma e  interpretación de la prueba rápida de VIH, sífilis, hepatitis B y C

DIRIGIDO A: Personal de salud interesado en adquirir conocimientos y desempeñarse laboralmente de forma hábil y responsable en la toma de muestra para la prueba rápida de VIH, sífilis, hepatitis B y C

INFORMACIÓN GENERAL SOBRE ESTA TEMÁTICA

Pruebas rápidas para VIH

La mayoría de estas pruebas detectan la presencia de anticuerpos y pueden usarse como primera prueba y realizarse para cualquier persona, con mayor énfasis en personas con factores predisponentes como actividad sexual temprana, sexo sin protección, uso de sustancias psicoactivas, signos o síntomas de infección por VIH, trabajadoras sexuales, víctimas de violencia de género, mujeres embarazadas, personas con tuberculosis.

Sin embargo, la ley administrativa enfatiza que las pruebas rápidas no deben usarse en niños menores de 18 años que hayan estado expuestos al VIH. Técnicamente hablando, la prueba utilizada debe tener un registro Invima vigente y una sensibilidad y especificidad de 99,5% o superior.

Sífilis, hepatitis B y hepatitis C

En el caso de las pruebas rápidas para la sífilis, es necesario que puedan dar resultados reactivos en aquellos que han sido infectados anteriormente. Por lo tanto, si el resultado es positivo, siempre se deben hacer las pruebas no treponémicas (VDRL o RPR) para ver si es una infección activa o viceversa si es un rastro inmune de una infección anterior.

En este sentido, en caso de evidencia positiva, se iniciarán tratamiento total y dirección eficiente para servicios médicos.

En cuanto a las pruebas de hepatitis B, se pueden proporcionar a cada persona que ha demostrado ser vulnerable a las enfermedades, como en el caso de las personas con variadas parejas sexuales, con ETS, personas drogadictas, parejas sexuales con hepatitis, enfermedades de contacto familiar, expertos médicos expuestos a la sangre, incluidos los designados en el acto administrativo.

Finalmente, con respecto a las pruebas de hepatitis C rápidas, con cada persona de 50 años puede acceder a esta prueba, así como a las personas con historia de transfusiones hasta 1996, y aquellos que sean adictos a drogas, entre otros. Los resultados positivos deben confirmarse mediante pruebas adicionales.